El despacho de Marta Schmidt Fotografía.
by Marta.
No sé muy bien si despacho es la palabra adecuada para definir el espacio en el que paso tantas horas porque mi mente cuando piensa en despacho, lo que ve es muy distinto de esto. Son más bien espacios oscuros, mesas enormes y sillas negras con ruedas. Quizá sea porque durante tantos años los despachos eran así y todavía no me he quitado esa imagen de la cabeza (¿o será por las pelis?), pero yo he tratado de crear todo lo contrario de eso.
Hace un año mi mesa de trabajo era parte del estudio (podéis verlo aquí) y esta habitación era el espacio donde guardaba todo el material de las sesiones de fotos, pero según iba creciendo Valentina me dí cuenta de que iba a necesitar un sitio donde cerrar la puerta para que no me escuchara y donde yo pudiera concrentarme, y decidí reorganizar todo un poco. Y no os imagináis lo rápido que me alegré del cambio porque me facilitó mucho la vida en el estudio con la posibilidad de tener todo a mano, y me vino muy bien tener que bajar sólo una persiana cuando retoco (en lugar de 4), además de que me distraigo menos con las cosas de la casa porque estoy «encerrada».
No sé si os pasará a vosotros, pero hay veces que hago cosas y pienso que no entiendo como no fue lo primero que hice, y esta ha sido una de esas veces ¿cómo es que no puse el despacho aquí desde el principio? Pues no lo sé (bueno, tenía varios motivos que fueron perdiendo peso), pero ahora estoy encantada porque cuando estaba en el estudio y hacía cosas en el ordenador por las noches me sentía un poco desamparada a oscuras en un espacio tan grande, y ahora como está en uno de los dormitorios, siento que es un espacio más acogedor y estoy más cerca para atender a Valentina cuando se despierta (y lo hace unas cuantas veces).
Y ya que estamos, mejor os confieso que no está siempre así de ordenado. Me gusta el orden y me encantaría manetenerlo siempre así, pero la realidad es otra, y en este suelo y en esa mesa blanca terminan la mayoría de las cosas que tengo a medias, que tengo que dar a Bárbara, llevar a casa de mi madre, cambiar de talla o esconder de Valentina 🙂 Lo único que de verdad mantengo en perfecto estado es lo que hay a mi alrededor mientras trabajo, y todo lo que hay detrás consigo no pensar en ello, pero verlo me incapacita para trabajar tranquila!
Creo que es un sitio perfecto para sentirse agusto, se respira calma, tranquilidad y dulzura, porque las cosas hay que hacerlas con cariño no?
Mi despacho si tiene una mesa de color oscuro y silla negra con ruedas, poco a poco voy añadiendo detalles que lo hacen más «mio» unas fotos, una planta.. dibujos de mi peque… me encantaría hacerme un hueco en casa para mi, pero es que como no quite la mesa del salón no tengo sitio! jaja
Un abrazo, y gracias por compartir tu rincón
http://menos1000ymas30.blogspot.com.es/
Yo también fui poco a poco y cuando era sólo un rinconcito en el salón ponía detallitos ( y también era con mesa negra y silla de ruedas), pero al final al trabajar desde casa y con las dificultades que eso conlleva, decidí dedicarle mi atención y croe que ha sido muy bueno para mí y para mi trabajo! Un abrazo!
Transmite mucha paz y es precioso, felicidades, un abrazote
Gracias! La verdad es que poco a poco he ocnseguido estar a gusto, y ya verás, en breve me mudaré jaja
Que mona, has puesto las coca-colas personalizadas nada menos que en tu estudio!! Wow! Qué chulada!
Claro Sara, me encantaron y me hicieron mucha ilusión! 🙂