Vivir de la ilusión.
by Bárbara.
Desde hace 7 años que nació mi primera hija, cada Navidad me convierto en niño de nuevo. Me gusta tanto que no quiero que termine esta sensación y me transporto a mi infancia, cuando incluso estando ya en la cama, tapada con la manta hasta arriba, «escuchaba» como subian los camellos por las escaleras. Cerraba los ojos super fuerte hasta que me quedaba dormida y al día siguiente los RR.MM habían dejado todo lo que me gustaba y se habían bebido unas cuantas cervecitas ;-).
Vivo con nervios ese día, igual que ellos ¿me traerán lo que he pedido? O por el contrario tendré un poquito de carbón. No, yo creo que este año nos hemos portado muy bien todos.
Hoy volvemos a Madrid después de unos días fuera ¿volaran los Reyes Magos con nosotros en el avión? Y es que este anuncio no me puede gustar más y me arranca una sonrisa 😉
Nosotros, por si acaso (creo que los RR.MM siguen llegando en camello ;-b) ya dejamos los zapatos listos junto al árbol antes de irnos de viaje. Los que más le gustán a cada uno. Ale eligió sus bailarinas de charol, Santi las molonas de correr y Gonzalo las que le agarran bien el pie.
Vamos, que como dijo Santi: «por si nos despistámos de día vamos a dejarlo todo preparado».
Mi mayor ilusión es seguir teniendo ilusiones.
José Narosky
Todos los zapatos de mis hijos de la imagen son de Garvalin
Yo no quiero perderme ni un poquito de esa magia de la Navidad. Así que un año más volveré a ser una niña, me despertaré antes de lo normal, estaré nerviosa y correré a abrir mis regalos con la misma ilusión que mis hijos.
Nos vemos el lunes cuando hayamos vuelto a nuestras rutinas, mientras tanto, ¡a disfrutar!