Aprender a multiplicar.
Aprender a multiplicar siempre ha sido una tarea complicada cuando eres pequeño.
Recuerdo perfectamente como me aprendí la del 1 y la del 2 del tirón pero que cada vez que iban avanzando los números se me iba haciendo más cuesta arriba ¡madre mía lo difícil que me resultó la del 8! 8×8. Arggg era lo más difícil.
Ahora con el paso del tiempo todo se hace jugando y mis hijos miran con otros ojos la manera de aprender.
Así que hoy os quería enseñar este juego que es tan sencillo como un tablero de huecos con daditos de diferentes colores.
Aprende a sumar y a MULTIPLICAR, que la vida ya te enseña a restar y dividir.
Por un lado tienes el tablero de madera con todos los resultados. Y por el otro daditos de colores. Por un lado viene el resultado y por el otro la multiplicación. Es decir por un lado 3×2 y por la otra cara 6.
Tiene un tamaño estupendo para que lo puedas llevar a cualquier sitio con una bolsita para meter los cubitos y que no se pierda ninguno.
Aprender las tablas de multiplicar nos ayuda a ser más ágiles con el cálculo mental y además nos sirve de base para aprender a dividir, así que hay que sabérselas bien porque luego nos servirán para mucho.
El método de toda la vida de aprender las tablas de multiplicar para mi genera un problema grande y es que lo hacen como robots sin entender el porque. El ser memorización pura y dura les produce rechazo porque no entiende su utilidad.
Yo las aprendí de memoria y no me gustaron nada.
Este tablero yo lo he comprado aquí. Al principio cuando lo traje a casa no estaban muy convencidos pero luego les ha chiflado. Además tengo que reconoceros que está siendo mi regalo estrella ;-). Y no, no es un post patrocinado sino un juego para aprender que me ha encantado no solo porque sea muy bonito (que lo es para tenerlo de decoración) sino que mis hijos se lo están pasando genial con él, e incluso Gonzalo que todavía es muy peque le está entrando mucha curiosidad para las tablas de multiplcar.
¿Veis? y poco a poco van completando todas las tablas de multiplicar. Pensando, sin prisa y aprendiendo y afianzando conceptos.
4×9 ¿cuanto es mami? ¡36! y con esto hemos terminado el tablero.
¿Volvemos a empezar?
No aprendemos ni por obligación ni por miedo a un examen, sino por diversión y la satisfacción que nos produce lo aprendido.
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