Mujeres que comen ¡¡que planazo!!
Mujeres que comen, mujeres que comen, al escuchar por primera este nombre sabía que yo quería pertenecer a este grupo a toda costa 😉
Mujeres que comen es como dice su fundadora: «un grupo de mujeres activas, curiosas, divertidas, con ganas de comerse el mundo, conocer gente nueva y espacios especiales»
Y hace unas semanas me reuní con 170 mujeres desconocidas en el restaurante Ana la Santa. Era la primera vez que iba y fui sola glup, sin conocer a nadie glup, pero no me importaba glup, bueno un poco sí…pero a los 10 minutos ya estaba en mi salsa.
Y es que Chefi o la chica de la ciudad tiene ese don de gentes que hace que puedan surgir estos planes. Es de las «te tengo que presentar a fulanita que le va a encantar lo que haces» y efectivamente conoces a fulanita y piensas «oye, ha dado en el clavo».
Y entré en Ana la Santa y cogí un papelito ¡el 5! y esa fue mi mesa toda la noche. Así que da igual que vayas con amigas o sola porque todo el mundo se mezcla. Esta mesa que veis en la foto y otras tantas se llenaron de gente ¡el restaurante completo sólo para nosotras! Mujeres que no sólo les encanta comer, sino que disfrutan conociendo a gente nueva.
Me habían dicho que todo el mundo era encantador y que iba predispuesto a pasárselo bien ¿cierto?
Muy cierto. Que si por aquí jamoncito, que si te conozco de vista, que si prueba esto, que si vas a misa a la misma hora que yo y te tengo ubicada, ¿tu no ibas a mi cole allá en el 87?, Bárbara!! que ganas de verte, si desde Pachá que no nos veíamos. Y…todo así.
La mayoría de la gente no se conoce pero en eso está la cosa, en salir de tu zona de confort para sacar lo mejor de ti. Planes muy diferentes que te enriquecen que da gusto.
Y en eso consisten estas cenas, en conocer a gente que sino fuera por esta unión puede que nunca se cruzaran en tu camino
Mi mesa, la 5, fue maravillosa. Un batiburrillo de mujeres diferentes. La profesora, la actriz (en la foto) la estilista, la que trabajaba en la fundación Aladina, otras que decían que sus trabajos eran de los aburridos y que estás cenas les daban la vida y muchas otras con las que no pude hablar ¡para la próxima, chicas!
Me encantó cuando el camarero me pregunto ¿y esto? Se lo voy a contar a mi madre porque le va a encantar. Y es que estos planes molan mucho y cuando surgen no puedes perder la oportunidad.
Llegué a casa con un buen rollo alucinante y mi cabeza llena de ideas. Desde luego el arte de socializar es maravilloso. Ya estoy deseando repetir, iré con mucha más energía (porque me fui la primera) y vi que al resto les quedaba mucho carrete.
Era un gusto ver a 170 mujeres, charlando y pasándoselo bien, casi sin conocerse. Química, si, a esto se le llama así ;-).
La próxima mini boda (como lo llama mi marido) será en Noviembre y ¡yo no me la pierdo!
Podéis seguir a mujeres que comen pinchando aquí y así no se os escaparán ninguna de sus cenas ¡ahora también en Barcelona!
Rui Pitaes muchas gracias por hacernos estas fotos ¡en todas salimos sonriendo! y así…da gusto.