KicoNico. El confidente de mis hijos.
KicoNico es el peluche preferido de mis tres hijos. Cada uno tiene el suyo, y desde hace unos días los pobres peluches están abrumados con las charlas que mis hijos les echan a todas horas ;-). Llegan las Navidades y con ella los RR.MM y entre susurros los niños les cuentan a sus peluches que es lo que van a pedir y si les preguntan si se lo traerán o no.
Cuando nació Alejandra le regalamos el KicoNico en blanco. Nos pareció gustoso, bonito pero a la vez sencillo y que no iba a pasar de moda. Que se podía agarrar bien y al mirarlo nos transmitía bondad.
Tener un peluche preferido, un amigo, te reconforta, te protege y si es el adecuado será tu confidente toda la vida.
Siempre he querido que cada uno tuviera un confidente a quien contar sus secretos y dio la casualidad que poco a poco fueron teniendo el mismo peluche, cada uno con su toque personal.
Para que veáis que es cierto, aquí podéis ver una foto de Ale con su peluche, hace ya unos cuantos años.
ALE
Aunque inicialmente su peluche fue el blanco, luego ha cambiado al de patchwork, aunque como tiene el corazón dividido va cambiando ;.).
SANTI
Santi el aventurero se lleva a su muñeco a todas partes. Vamos, que hay semanas que es de todo, menos blanco ;-). Santi asegura que su peluche le habla por las noches y que cuando está triste le hace ser «un niño alegre». Y yo escucho esto y se me cae la baba porque me parece increíble todo lo que puede conseguir el peluche preferido.
Con la llegada de los RR.MM Santi y Pausi (que así se llama su KikoNico) han imaginado juntos todo lo que van a pedir. Juguetes para superarse y creer en uno mismo, para imaginar (aunque la imaginación de Santi vuela que da gusto sin mucha ayuda) y descubrir muchas cosas que todavía le quedan a un niño de 6 años por saber.
Y me encanta esta conexión entre su KicoNico y Santi. Les veo volviendo a jugar de verdad y así le desenchufo de las maquinas un poco.
GONZALO
Y Gonzalo le achucha constantemente, le da el biberón, le cuenta historias inventadas y se ríen juntos.
No para de bailar con él y le coge de su oreja, la que tiene más grande, y es cuando él me pregunta porque la otra es más pequeña. Esto ya me lo preguntó Alejandra en su día y después Santi, y a todos les he contestado lo mismo: «nadie es perfecto». Aun así, KicoNico es el peluche preferido de los tres.
KicoNico nos enseña que nadie es perfecto, que la verdadera belleza está en la diferencia, en aquello que nos hace únicos.
El de Gonzalo, como fue el último en llegar a nuestra casa, hasta está bordado con su nombre en una mano. A él y le encanta ver GONZALO escrito en su peluche, y ya va diciendo las letras de su nombre. Yo lo veo ideal para regalar y que te lo puedan personalizar.
Los 3 tienen el mismo peluche pero con diferencias. No solo en el color y en el tiempo que llevan viviendo con nosotros, sino en como son por dentro.
Como padres nos encanta verles y sentir que son niños felices y como se lo cuentan a sus compañeros de viaje; sus peluches.
Llevan unas semanas como locos contándoles a sus peluches que vienen los Reyes y que dentro de nada escribirán la carta a sus majestades ¡este domingo le dedicaremos la mañana! y ¡estoy deseando contároslo!
- Post en colaboración con Imaginarium (de hecho, KikoNico lleva en casa desde mucho antes de que empezara a escribir el blog).
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