Diario de a bordo: Sitges.
by Bárbara.
Vuelve el calor, los días más largos y muchas ganas de hacer cosas los fines de semana. Hace unos meses comencé esta sección DIARIO DE A BORDO contándoos cosas de Lanzarote y de nuevo vuelvo a la carga con Sitges. Un lugar al que suelo ir dos veces al año y que me encanta.
Un pueblo con encanto de la costa catalana con muchas playas, fiesta y cultura que no os podéis perder.
El mejor de los viajes es: el PRÓXIMO.
Pasear a cualquier hora del día es un placer pero al atardecer es maravilloso, con sus colores, el mar cerca, el clima… La Iglesia de Santa Tecla y San Bartolomé y la puesta de Sol hasta la Plaza del Baluard.
Siempre que vamos paseamos horas y horas sin rumbo, jugando con los niños por el paseo, callejeando por sus calles llenas de un batiburrillo de gente… un mix de gustos, de sitios, de personas muy distintas entre sí pero que casan bien unas con otras.
Os quiero recomendar unos cuantos sitios que son un acierto seguro:
La Paradeta: Una marisquería «self service» riquísima. Cada uno elige su pescadito fresco (que si unas gambas, que si almejas, merluza…) y al momento estás viendo como lo cocinan. Un planazo para ir en familia y para chuparse los dedos.
Ir a El vivero a cualquier hora del día ¡que vistas! ¡Que comida! ¡Que copitas ;-)! y además con un parque infantil con vistas que a mis hijos les encanta. Pueden estar meciéndose en el columpio horas y horas mirando el mar.
Uno de los mejores chai que me he tomado ha sido en Red Velvet. Puedes ir a cualquier hora del día pero los desayunos son mmmm y con una paz y una tranquilidad increíble.
Sus tiendecitas, sus calles, su empedrado y decenas de calitas pequeñas hacen que Sitges sea un destino para volver y volver.
La verdad es que es una zona muy animada. Siempre repleta a cualquier hora del día, así que lo que no recomiendo es ir en agosto o en días donde pueda estar muy masificado.
Es un pueblo de contrastes tan pronto hay fiesta de carnavales como una banda de jazz tocando en la calle. Todo se mezcla, todo queda bien y se está muy a gusto condensando modernidad y tradición.
Sentarse en una terraza y disfrutar del buen tiempo mientras observas como los niños corretean por la playa.
Ah! y también está el el Festival de Cine fantástico ¡no te lo puedes perder! y eso que yo todavía no he podido entrar porque con niños no he tenido la oportunidad, pero si que he visto el ambiente que tiene.
¿Cual será nuestro próximo destino? mmmm…ya lo tenemos pensado
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