DIY: Un bote de recuerdos.
Solamente quedan unos días para comenzar las vacaciones y ya estoy pensando en lo dura que va a ser la vuelta. Sin embargo he encontrado una motivación que seguro que hará mi regreso muchísimo más fácil.
Se trata de realizar un «bote de recuerdos». Tan sólo hay que coger ciertas piezas que hagan alusión al viaje realizado, unas fotografías que trasladen nuestra memoria a las vacaciones y un gran bote de cristal preparado para llenarse de creatividad. El resultado estoy segura de que os va a encantar…
En primer lugar se recortan las fotografías y se pegan a ambas caras de un cartón o cartulina gruesa. También se puede optar por pegar un texto, algún objeto que pese poco o cualquier cosa que se nos ocurra, pero teniendo siempre en cuenta que una vez puestas en el interior girarán y por tanto no podemos dejar ninguna de las caras vacías.
El hilo se puede pegar entre las dos imágenes o realizar un pequeño agujerito por donde atarlo. Yo en este caso, para darle un toque más marinero he utilizado unos anzuelos.
Después se pega la punta del hilo en la tapadera del bote, y el resto ya es cuestión de imaginación… Un poquito de arena, unas caracolas, una estrella de mar y por supuesto no podemos olvidarnos de una etiqueta con la fecha y el lugar visitado.
Si os gusta la idea, ya podéis ir recopilando material para vuestro próximo «bote de recuerdos». Arena, redes de pesca o conchas si viajáis a la playa… Piñas, hojas de árboles o simpáticos animalitos si vuestras vacaciones son en la montaña… ¡Felices vacaciones!
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¡Una idea preciosa, Ana!
Que belleza! Yo tengo varios, son tres, les puse arena de distintas playas, conchitas, trozos de madera y postales, me fascinan y a mis hijas tambien!